Desde comenzada la gestión de Arturo Rojas al frente de la Municipalidad de Necochea se ha buscado darle una impronta distinta al trabajo de las delegaciones, acercando obras, programas y herramientas que sirvan para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y recuerden que cada localidad es una pata fundamental en la vida del distrito.
Con el objetivo primero de jerarquizar a cada delegación, dotando de mejores servicios a las localidades que hacen grande a nuestro partido a través de una planificación más inclusiva, desde iniciada la gestión de Arturo Rojas al frente de la Municipalidad de Necochea las políticas públicas se han centrado en el refuerzo de los lazos institucionales con los sectores público y privado, y en el impulso de un Estado que se haga presente mediante obras, programas y herramientas que sirvan para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Volviendo a poner en primer plano al interior del distrito, las dependencias fueron modernizadas con la adquisición de equipamiento necesario, tales los casos de las nuevas motosierras y sopladoras que ya se utilizan a diario para resolver problemáticas comunes de los vecinos. Además, se pusieron en valor distintos espacios, renovando su pintura y reformando algunas instalaciones, y comenzó a ejecutarse un plan de señalización en las rutas que era una necesidad de suma urgencia, luego de años de desgaste y olvido.
Delegación por delegación, sumados a los accionares comunes que se desarrollaron a lo largo y ancho del partido, como el acondicionamiento de los accesos, la recuperación de espacios públicos o el mantenimiento de las calles de tierra, cada rincón del distrito pudo ver resuelto algún reclamo que era histórico y que hoy ya es una realidad.
En Nicanor Olivera, por ejemplo, con la colocación del cerco perimetral en el basurero, y una inversión cercana a los 2 millones de pesos, se comenzó a cumplir con una deuda por parte de la comuna que databa desde hacía poco más de una década.
Por otro lado, los dulcenses ya disfrutan del funcionamiento de 42 luminarias Led que se colocaron en el marco del operativo que impulsa el propio Intendente para mejorar la seguridad en la vía pública y trasformar energéticamente a todo el distrito, y que se sumaron a las primeras 63 que habían comenzado a cambiar el alumbrado público de una veintena de cuadras, cuando se decidió finalizar una obra que había quedado inconclusa del período anterior por falta de pagos.
También a principios del pasado agosto, gracias a la firma de un convenio entre el primer mandatario y la Cooperativa Eléctrica de Juan N. Fernández, tal como sucediera en el caso de La Dulce con la entidad afín, otras 42 luces de última tecnología iluminan las calles de esta localidad, accionar que también beneficia a las arcas del municipio por al ahorro en el consumo energético.
Además, la obra de cordón cuneta en la calle 26, que mejorará la accesibilidad a la Escuela Primaria Nº 17, beneficiando también a quienes moran en sus alrededores, ya se encuentra a punto de finalizar. Con unos 700 metros terminados sobre ambas manos, de los 800 que comprende el trayecto entre la 27 y la 31, su cristalización viene a plasmar un anhelo de toda la comunidad.
Con el proyecto de una obra de agua que mejorará la calidad de vida de los vecinos ya en carpeta y avanzando, en Claraz también se procedió al recambio de unos 30 aparatos de sodio por otros con tecnología Led, lo que implica la iluminación de casi todo el pueblo; en un accionar que vino acompañado por intensas tareas de entoscado en sectores que nunca en la historia habían contado con este servicio.
Finalmente, luego de cumplir con la ampliación de los nichos del cementerio, para Santamarina se programa un operativo de iluminación de similar envergadura al ejecutado en otras delegaciones, recordando que en la localidad se restauró el servicio de atención médica después de años de desdén, un acontecimiento que también viven los vecinos de Energía desde hace un par de semana.
En resumidas cuentas, el interés por recordar que el interior también es parte del distrito, y no poco importante, ha sido una característica que el intendente Arturo Rojas ha querido imprimir a su gestión, pudiendo avizorarse un futuro no tan lejano en el que las localidades vuelvan a tener esa vitalidad y trascendencia que las caracterizó décadas atrás.