Desde la Dirección de Bromatología e Higiene advirtieron sobre la peligrosidad de consumir carne porcina sin el análisis previo correspondiente. «Las consecuencias pueden ser serias y no se puede jugar con esto», remarcó el jefe de sección Jorge Braña.
Esta época del año suele ser propicia para que los vecinos con crías porcinas particulares o domésticas realicen sus propias matanzas, generando productos para el consumo personal o familiar. Por este motivo, desde la Dirección de Bromatología e Higiene de la Municipalidad de Necochea advirtieron sobre la peligrosidad de no realizar los análisis de triquina correspondiente en la carne y las consecuencias serias que puede traer para el organismo humano la ingesta del parásito.
“Es importante no olvidar ir al veterinario de confianza o a la Dirección de Bromatología e Higiene para hacer la digestión enzimática, que es el análisis que se hace acá desde hace ya varios años”, afirmó el médico veterinario Jorge Braña, jefe de Bromatología en la dependencia.
Para ello, los productores deben “llevar una muestra representativa del lechón -de la lengua, el músculo macetero o el diafragma- para que sea analizada y, en el día, tener el resultado, para que cualquier persona de su familia lo pueda ingerir sin ningún temor o duda”.
Además, el profesional brindó algunos consejos que pueden ser útiles a la hora de evitar el contagio del parásito entre los animales. “Los cerdos no deben ser alimentados con desperdicios y se debe tratar de controlar el tema de los roedores”; mientras que recalcó que “un cerdo que tiene triquinosis no tiene sintomatología, por eso es más peligroso”.
Sobre las consecuencias que puede traer para la salud del cuerpo humano consumir carne de animales infectados, Braña señaló que “pueden ser serias, depende de las cantidades del parásito ingeridas. Puede haber dolores musculares o articulares, hinchazón del párpado y hasta algún problema cardíaco”.
Ante alguno de estos síntomas siempre se recomienda ir de urgencia al centro de atención médica más cercano, recordando que “es un tema médico que se diagnostica rápidamente”.
“Ni la salazón ni el fuego mata el parásito, puede matar algo pero no todo, y no podemos jugar con esto”, enfatizó el jefe de Bromatología, para terminar recordando que no se recomienda consumir algo que no haya sido analizado previamente y que por un costo mínimo se puede evitar esta situación.