Durante la inauguración del centro de salud de calle 72 entre 47 y 49, la enfermera Lorena Egidi fue la portavoz del personal que trabaja a diario, mientras que la vecina Teresa Ortiz habló en representación de la comisión. Ambas se enfocaron en el recuerdo de Alba Harislur.
Un jueves a plena emoción se vivió con la inauguración del Centro de Atención Primaria de Salud de Barrio Norte, un hecho ansiado y esperado por una de las comunidades más populosas de la ciudad. A esa emoción, y al recuerdo permanente de la incansable luchadora del barrio, Alba Harislur, le pusieron palabras la enfermera Lorena Egidi y la vecina Teresa Ortiz.
La primera de ellas, testimonió que comenzó a trabajar hace 23 años como enfermera en el Centro de Salud Norte y una de las personas que la recibió con los brazos abiertos fue la señora de la comisión, precisamente Alba Harislur. “Me encontré con una persona voluntaria, luchadora, emprendedora, colaboradora y sobre todo persistente. Lo primero que me dijo fue el sueño que ella tenía, que era poder tener el centro de salud propio para el Barrio Norte”.
A continuación, Egidi rememoró cuando Harislur insistía en que ya tenían el terreno de la calle 72, “y a cada miembro que se iba incorporando al equipo ella le iba contando su sueño, y hoy luego de 30 años, con su lucha desde el cielo, ese sueño de su salita se hizo realidad, así que en nombre de todo el equipo de salud estamos muy agradecidos, como seguramente ella también estará agradecida mirando desde arriba”, expresó.
Por su parte, Teresa Ortiz, de la Comisión para la Construcción del Centro de Salud Norte, también trajo el recuerdo de la referente a colación: “Muchos conocieron a Alba pero para los que no, les cuento que ella fue la gran hacedora de que hoy el centro de salud se inaugure. Allá por 2001 comenzó su sueño para que el centro de salud tuviera su sede propia y luchó incansablemente para lograrlo”.
“Colaboró mucho con la salita que estaba a media cuadra de aquí y lo mismo cuando el centro de salud se mudó a la calle 66, realmente fue el motor de su vida. Nosotros la acompañábamos, pero ella fue la impulsora de todo”, aseguró Teresa.
En el cierre de su alocución, Ortiz eligió dos palabras para resumir cómo se sentiría en este momento: “Orgullo y felicidad”, y concluyó su mensaje dirigiéndose a Arturo Rojas: “La comisión le agradece muchísimo al señor Intendente por haber concluido la obra”.