Sin generar grandes gastos para el municipio, la gestión del intendente Arturo Rojas se puso al hombro una edición que no tenía destino definido y, aunque austera, terminó siendo una fiesta para todas las familias que disfrutan Necochea.
“No debe haber nada más lindo que ver la sonrisa de un niño”, graficó en su discurso de clausura el intendente Arturo Rojas. Y eso fue lo que sobró en la edición 59ª del Festival Infantil, que tuvo desarrollo en un marco austero, envuelta en la crisis económica que atraviesa la Municipalidad, y a la que hubo que ponerle el corazón para que sea digna de disfrutar.
El colorido y la diversión también fueron protagonistas de lujo en un Festivalódromo que lució repleto de gente cuando el clima lo permitió, con las pujantes instituciones intermedias del distrito como motor de cada una de las actividades lúdicas que se ofrecieron a los más pequeños y con el respaldo desinteresado de los elencos artísticos que se ofrecieron para hacerles vivir un momento único.
Con la emoción todavía a flor de piel, apenas transcurridos minutos de la clausura este nuevo ciclo, el director de Cultura, Juan Gamba, uno de los principales hacedores de este primer pequeño éxito de la actual administración, expresó sus sensaciones al pie del escenario principal del Anfiteatro “Pedro Arozarena”.
“Estamos muy contentos. Personalmente, estoy orgulloso del equipo de gente que tengo”, aseveró el funcionario, aún con la adrenalina de tener que delinear los últimos detalles para que la organización resultara efectiva.
Teniendo en cuenta la situación en la que tuvo que desarrollarse el evento, “es doble la satisfacción, con plata lo hacemos todos”, afirmó el talentoso artista, remarcando el esfuerzo que se le debió dedicar a este festival para que sea digno de su propia historia.
Notoriamente conmovido por el multitudinario marco que acompañó los tres días de realización, Gamba señaló que “es un motivo para seguir pensando en lo que viene, tenemos que hacer cambios. Cuando yo empecé en esto no existía el celular: los chicos han cambiado la mentalidad y tenemos que pensar en ellos, nos tenemos que adaptar a ellos”, subrayó el referente cultural.
Sobre el futuro de esta importante celebración de la niñez, a la que el propio Intendente le auguró brillo para el año entrante y el festejo de su sexagésima edición, el director municipal aseguró que “el compromiso está. A partir de ahora Cultura va a ser el eje del Festival, su sostén, pero el festival no es de la Dirección, tiene que ser de la ciudad. El día que la ciudad se apodere, es cuando nunca más va a decaer”.
Así fue que, entre la risa de los niños, el color de un festejo de este estilo y el compromiso de los que le dieron vida, aunque austero en su organización, el Festival Infantil volvió a convertirse en una referencia de todo lo que se puede lograr cuando se aúnan esfuerzos y se trabaja en pos de una lograr un mejor lugar para vivir.