Las filtraciones de agua eran un problema de muchos años en la institución del Parque Miguel Lillo, y desde la gestión actual se tomó la decisión de repararlos definitivamente.
Con un intenso trabajo en los últimos meses, va tomando forma la remodelación de los techos del Museo Histórico Regional, que han sido un problema no menor durante muchos años y a través de la presente gestión del intendente municipal, Dr. Facundo López, se ha encarado el arreglo de raíz.
Quien dio más detalles de las obras que se llevan a cabo fue el director del Área de Museos, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano, Dr. Mariano Colombo, quien precisó que las obras comenzaron en abril pasado y están muy avanzadas.
“Los techos de la institución siempre fueron un problema porque había una mezcla entre techos de chapas y otros de tejas. Los de chapa tenían muchísimas filtraciones de agua porque estaban en muy malas condiciones desde hace años y para un museo esto es un problema muy grave”, relató.
Añadió que la complejidad de la filtración de agua es más hiriente para el museo más que para otras instituciones, “porque la entrada de humedad permanente en el lugar genera malas condiciones de conservación para las piezas y malas condiciones ambientales para los visitantes”.
De tal manera, señaló que “se procedió a cambiar completamente tres de los cinco techos de chapa que componen el museo, se picaron las cargas de material, se recambiaron las chapas y las canaletas y se retocaron las maderas que estaban en malas condiciones”. Por ende, “tres de los cinco techos quedaron nuevos y se dejó de tener todo tipo de entrada de agua”, manifestó.
Asimismo, relató que “se realizaron canaletas externas porque había canaletas embutidas dentro de las paredes del museo y se reemplazaron, por lo que ya no existen entradas de agua por esos tres techos”, mientras que informó que “estamos en la reparación de dos canaletas de los dos techos que quedan, con lo cual se completaría la obra al 100% de efectividad sin que entre más agua a la institución”.
Tales obras eran muy necesarias para la vida útil de la institución y la inversión que se hizo es de alrededor de 360.000 pesos. Simultáneamente, en el Museo se trabaja además en el mantenimiento de varios sectores y en el armado de una sala de guarda y otra de exposición.