La obra, que se extiende a lo largo de un kilómetro en forma de serpenteo, inicia en 101 y 30 y culminará en la intersección de 42 y 109, mejorando el drenaje de agua de lluvia y posibilitando la posterior mejora de las calles.
Una vez terminados los trabajos, el barrio estará equipado con pluviales nuevos en diez de sus cuadras, las primeras seis con cañería de hormigón de 1000 mm de diámetro y las otras cuatro con caños de 800.
Dicha obra está valuada en alrededor de 10 millones de pesos, fue gestionada a través del FIM (Fondo de Infraestructura Municipal) 2020 y beneficiará a una importante cantidad de vecinos que veían perjudicado el sector por los anegamientos.