En el lugar se reemplaza la cañería de impulsión que se encontraba totalmente corroída y no soportaba los líquidos por otra de polietileno de alta densidad, que hará mucho más duradera la operatividad de la planta.
A través de la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, la Dirección de Infraestructura viene controlando el avance de la importante obra cloacal en la Loma de Gil en Quequén, en 519 y 564, donde se trabaja sobre una planta de bombeo que tenía las cañerías muy dañadas.
Al respecto, el director de Infraestructura, Marcelo Gómez, notificó que “lo que se está haciendo ahí es el recambio de cañería de impulsión, ya que la cañería de hierro se encuentra totalmente corroída debido al contacto con los líquidos cloacales”.
Por ende, “lo que se está haciendo a través de la empresa COVINE en conjunto con una empresa de Mar del Plata es cambiar esa cañería por cañería de polietileno de alta densidad, la cual no sufre los ataques de los gases y líquidos y cloacales”.
En torno a ello, el funcionario resaltó que “esta ya es la segunda planta de bombeo cloacal en la que hacemos el recambio de la cañería, ya que habíamos trabajado hace unos meses atrás en la planta de bombeo que está en 101 y 30 y ahora seguimos con esta de Quequén”.
Explicó que “se van adecuando porque son plantas de bombeo muy antiguas y las cañerías no soportaban más los líquidos, pero al colocar este material de alta densidad durarán en el tiempo”, e incluso adelantó que “la próxima que vamos a hacer es la planta de bombeo que está en la Terminal de Ómnibus, donde empezaremos en unos 15 días”.