Discapacidad: El “Espacio Azul” universalizó el disfrute del Festival Infantil

Decenas de familias con sus niños y niñas pasaron por la posta armada en el hall del Colegio Nacional por el área municipal, donde las actividades específicamente planificadas y la música tenue hicieron que se transforme en el lugar óptimo para vivir una celebración más inclusiva.

Con el claro objetivo de generar un sector que fuera totalmente universal y en el que pudiera participar la familia entera, el Festiva lnfantil que terminó este domingo contó con un espacio que tuvo mucho de innovador y de inclusivo, dejando como saldo una primera experiencia muy gratificante y que se espera pueda ir creciendo con cada nueva edición.

En el hall de la Escuela Primaria “José Manuel Estrada”, más conocida como Colegio Nacional, los niños y las niñas que se fueron acercando con el correr del fin de semana al “Espacio Azul”, que organizaron las áreas municipales de Discapacidad y Cultura, disfrutaron de actividades lúdicas y pedagógicas en el marco de un ambiente ameno y respetuoso con su condición, preparado especialmente para recibir a pequeños con alguna sensibilidad auditiva.

Haciendo un balance de lo que dejó esta creativa puesta en marcha, Gastón Boldrini, titular de la primera de las dependencias mencionadas, aseguró que “vinieron un montón de familias a conocer el espacio, a compartir. Fue un buen lugar para que tanto los chicos como las familias aprendan a jugar, a estar juntos, porque esos padres también tienen como ese miedo a jugar”, definió.

Agradeciendo la participación de Abel Moreyra y Verónica Choperena, “que fueron involucrándonos con sus talleres y haciendo que todos juguemos y la pasemos bien”, así como la colaboración desinteresada de La Subida, que el domingo ofreció una franja de expresión corporal en el lugar, el funcionario reveló que durante las tres jornadas de duración del espacio se pudieron desarrollar diferentes juegos de clasificación, de dibujo, memotest y armado de torres con cajas; aros, telas y un taller de masas sobre el final de la edición.

“La idea fue hacer un espacio contenedor, donde la música no estuviera fuerte, donde los chicos puedan ser y los padres tengan y sientan ese cuidado; donde siempre estuvo abierta la puerta, pero con alguien que cuidó que los niños no salgan”, indicó Boldrini.

Para respaldar sus palabras, la mamá de Olivia, una niña con autismo que visitó el espacio en la tarde del viernes y también el sábado, valoró mucho esta iniciativa: “Me pareció hermoso que hicieran un espacio para niños con discapacidad. Mi nena la pasó muy lindo”, avaló.

La finalidad del espacio fue darle oportunidad a la universalización del disfrute. Que todos y todas, y cada quien desde su condición, pudieran vivir el festival desde adentro, como parte. Y el objetivo se cumplió con creces, más allá de convocatorias con más o menos personas. “La vedad fue muy gratificante, estamos muy contentos con el resultado”, dijo el responsable de Discapacidad, asegurando que “las familias que se acercaron disfrutaron y se fueron muy agradecidas por el espacio y porque tengamos en cuenta a sus hijos, que es lo que siempre recalcamos: queremos una ciudad inclusiva en la que convivamos todos”.

Foto de Portada y Audio Boldrini}