Rosa es vecina del barrio que está ubicado tras la Estación de Trenes de Quequén, donde la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas de la comuna llegó esta semana con tareas de entoscado y acondicionamiento de calles para dar solución a un reclamo histórico. “Desde el año ‘75 no se hacía un trabajo así”, aseguró agradecida.
Parada en la esquina de 565 y 584, esta mañana Rosa Suárez volvió a observar bien de cerca cómo se transforma la calle que da acceso a su casa. Desde que llegaron las máquinas del municipio, hace apenas algunos días, la vecina del barrio que se ubica tras la Estación de Trenes no puede dejar de sonreír cada vez que escucha el encendido del motor de las motoniveladoras.
Emocionada, afirma que “nunca se había hecho un trabajo así. Aparte, están haciendo el cruce de calles para que no se quede el agua y abovedando la orilla de la vía para que no se inunde más acá atrás”.
Rosa vive en el mismo lugar desde hace 35 años y cuenta que “antes te quedaba toda el agua estancada, los vecinos rellenábamos los pozos, estaba todo mal hecho”, en cambio, “hoy, tenemos unas calles espectaculares, ha quedado todo hermoso”.
“Nunca se había hecho algo así, pasaron todas las máquinas desde la 557 a la 569, abovedaron todas las orillas y después, recién, entoscaron desde la 580 hasta la 592. Todo ha quedado muy bien”, continúa agradecida.
Además, no tiene dudas al momento de resaltar la predisposición de los trabajadores de la comuna: “estoy orgullosa del equipo que hay en la Municipalidad. Todas las áreas han coordinado para solucionarnos esto”.
“Muchos vecinos, que están antes que yo, dicen que desde el año ‘75 no se hacía algo así en el barrio”, asegura volviendo a mirar el andar de las maquinarias, que, como a muchos otros habitantes de la zona de Quequén, llegaron para cambiarle la vida.